septiembre 21, 2008

Un primer rastro en la
ruta de la efedrina

20/09/2008. Buenos Aires.- Que la efedrina llegara de contrabando a México desde Asia no era extraño. Tampoco de Holanda o Alemania. ¿Pero de Argentina? A las autoridades de aquel país les sorprendió detectar el 24 de octubre de 2007 –nueve meses antes del hallazgo en Ingeniero Maschwitz– la primera huella de esta nueva “narco-ruta”.

Ese día de otoño mexicano, tras 9 horas en el cielo desde Buenos Aires, el vuelo comercial MX1692 aterrizó en el aeropuerto internacional del Distrito Federal. Cinco jóvenes caminaron para tomar su equipaje, vieron que había más policías que pasajeros en el área de revisión y decidieron abandonar todo. Las cosas no salieron como el argentino “Antonio” Tarzia les había prometido en Tijuana cuando los conoció en una feria de zapatos: les regalaría pasaje y diversión en Argentina, pero con la condición de regresar a México y entregarle unos paquetes a “Jesús Martínez Espinoza”.

Los agentes antinarcóticos detectaron cinco valijas con un total de 28 paquetes plásticos de CDS, un supuesto suplemento vitamínico: 22 kilos de efedrina camuflada. Hace casi un año que Miguel Humberto Flores Rodríguez, Miguel Angel Rodríguez Viveros, Juan Carlos Miranda Peña, Isquian Israel Ruiz Ontiveros y Carlos Elguezabal Flores están presos en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México. Los detuvieron cuando intentaban saltearse el filtro de revisión sin las valijas. El caso lo lleva el Juzgado Tercero de Distrito en Procesos Penales y, según sus declaraciones, el camino conduce a Ingeniero Maschwitz y apuntan al prófugo Martínez Espinoza, quien presuntamente sería el líder de la célula del cartel de Sinaloa en la región más austral y al supuesto gerente local de la banda, Tarzia. Para casualidad es mucho. La única diferencia es que ellos hablan de un “Antonio” Tarzia, no “Luis Marcelo”, pero sólo sería un cambio de nombre.

En México y en Argentina la nueva ruta de la efedrina se investiga, pero por separado. Las autoridades de ambos países indagan sin coordinación a pesar de los tratados internacionales de cooperación en cuestión de drogas. En la oficina argentina del juez Federico Faggionato Márquez desconocen la detención de los cinco hombres y de sus dichos. Y la Procuraduría General de la República Mexicana dijo a PERFIL que lo único que sabe del caso Maschwitz es por la prensa.

En 2007, después de la detención de Zhenli Ye Gon, un empresario farmacéutico de origen chino, nacionalizado mexicano, acusado de traficar unas 60 toneladas de efedrina a México, producir mentanfetamina y almacenar 205 millones de dólares en su residencia, el precursor químico encareció, bajó de calidad y los controles se endurecieron. Entonces los carteles escogieron Argentina para mutar, tener efedrina y también elaborar drogas sintéticas.

“En Argentina nadie controla lo que entra y lo que sale”, dispara el juez Claudio Gutiérrez de la Cárcova, encargado de investigar otros casos de contrabando de efedrina hacia México. El camarista sugiere un mejor sistema de radares y escáneres de calidad para revisar toda la carga que entra y sale de ultramar. Y es que al caso de los cinco mexicanos detenidos en octubre de 2007 se le sumaron varios decomisos más en 2008, registrados por la PGR, todos, procedentes de Buenos Aires.

Febrero 2008: Arrestaron a Diana González Reyna, quien supuestamente se encargaba de recibir en Toluca los paquetes de efedrina y pseudoefedrina que le llegaban a través de servicios de mensajería.

Marzo 2008:Localizaron 50 paquetes de efedrina que iban a León, Guanajuato. El mismo mes un cargamento de casi 52,7 kilos de efedrina también llegó de Buenos Aires.

Abril 2008: La Policía interceptó otros 50 kilos de efedrina que iban a Puerto Vallarta distribuidos en tres maletas, y quedaron presas dos personas.

Mayo 2008. La Policía Federal mexicana encontró en el aeropuerto un cargamento de 42 kilos 300 gramos de efedrina en dos cajas de cartón con botes de un suplemento dietario.

Julio 2008. La última detención registrada es el 8 de este mes, cuando José Ignacio Galindo Salinas, quien tendría documentación argentina, pretendía introducir en Guadalajara 79 prendas almidonadas con la droga.

Hubo también envíos de efedrina que no llegaron a México, estos son los registrados por autoridades argentinas:

* 630 kilos del precursor metidos en bolsas de azúcar secuestrados en el puerto de Buenos Aires

* tres paquetes con cerca de 100 kilos que estaban por ser enviados por correo privado de UPS

* un cargamento que tres mujeres mexicanas llevaban en sus estómagos: 10 kilos, aprox.

* casi 20 kilos que dos chicos –por separado– quisieron ocultar en sus valijas cuando estaban en el Aeropuerto de Ezeiza

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