¿Cártel de Sinaloa en Buenos Aires?

23/08/2008. Buenos Aires.- Mientras que en México la presión social y los medios de comunicación lograron que se firmara un pacto nacional sin precedentes –un hecho histórico donde el presidente Felipe Calderón, gobernadores, el presidente de la Corte, del Senado y de Diputados, líderes sociales, empresarios y medios le pusieron fecha al desarrollo de 75 puntos para frenar la delincuencia organizada–, el narcotráfico suma violencia en Argentina.

Dos narcoparamilitares colombianos asesinados en el shopping Unicenter, nueve detenidos mexicanos y un argentino por operar una cocina de droga, y un triple crimen que lleva a la pista del tráfico de la efedrina. Es un hecho que detrás de todo esto están organizaciones con mucha plata e infraestructura. Se podría especular con el cartel de Juárez: si ya dejó huella el “Señor de los Cielos” en la década de los 90, ¿por qué no? Otros dicen que los sicarios de Los Zetas y el cartel del Golfo, sin embargo estos suelen ufanarse de sus ejecuciones y operan en grandes comitivas.

Expertos como Jorge Fernández Menéndez y otros que prefieren el “off”, apuntan al cártel de Sinaloa por diversas razones: es una de las organizaciones de más poder que tienen el más grande mercado de metanfetaminas, son los que más redes poseen con colombianos y obtienen buena tajada del mercado de la droga en Guanajuato, de donde son casi todos los detenidos en Ingeniero Maschwitz.

Y hay más. Ever Villafañe Martínez, uno de los capos más buscados por Colombia y la DEA, fue apresado hace unas semanas en la Ciudad de México, acusado de suministrar cocaína al cartel de Sinaloa. Villafañe fue un tiempo el enlace de Diego Montoya, alias “Don Diego”, zar de cartel del Norte del Valle y, según la Policía colombiana, luego se unió a los grupos paramilitares como a Carlos Mario Aguilar, alias “Rogelio”, heredero de “Don Berna”, del ejército de sicarios de la Oficina de Envigado.

Casualmente, el diario El Tiempo reveló hace dos semanas versiones de “narcoparas” que dijeron que la misión Héctor Duque Ceballos, alias “Manoteto”, ejecutado en el Unicenter, tenía como misión asesinar a “Rogelio”. Es por eso que especialistas opinan que las fracciones de los grupos al norte de México podrían estar provocando la ola de muertes en Buenos Aires.